Amanda Bernárdez, la referente del CASLA social e inclusivo en Avenida La Plata

“Te recuerdo Amanda… La calle mojada, la sonrisa ancha, no importaba nada… Avenida La Plata un sueño aquel”…

Parafraseando al gran trovador chileno Víctor Jara en su versión de 1969, Amanda Bernárdez, referente en la educación en el CASLA, representó aquel mandato de Don Enrique Pinto: “El club es el resultado del esfuerzo de sus socios”. De la nada construyó, a base de trabajo social e inclusivo en Avenida La Plata, un Centro Recreativo, en tiempos que las decisiones solo la tomaban los hombres.

Fue en 1967. Tras años de lucha, la Comisión Directiva bajo el mando de Miguel Ángel Colacino, aprobó la creación de un centro recreativo para los niños y adolescentes, y el club cedió el nombre y sus instalaciones para la concreción del mismo.

Con el estímulo de emprender la tarea, Amanda, junto a un grupo de profesionales en educación física, psicopedagogas, maestras jardineras y personal administrativo, formó un equipo concientizado para el trabajo social a la comunidad. La Comisión Juvenil que coordinaba las áreas estaba a cargo de Rodolfo Di Paolo, Carlos Russo, Nené López, Chiche Caballeda, Pichi Masci y la propia Amanda Bernárdez.

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Además de la contención social y esparcimiento, el centro ofrecía a los niños y adolescentes del barrio y alrededores (aunque no fueran asociados), apoyo escolar primario y secundario, cursos de inglés, guitarra y manualidades; y para padres y mayores había cursos de primeros auxilios, bajo becas financiadas por el club y otras por socios y allegados.

Llegó a tener en Avenida La Plata centenares de chicos inscriptos. La creación de un comedor y merendero, más un jardín de infantes propio, afirmó los valores fundacionales del club como un segundo hogar.

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Las colonias de vacaciones, excursiones, campamentos y viajes culturales a diferentes puntos del país era otra de las realidades que le permitió nutrir a aquellos niños de una mirada de un mundo y un espacio más amplio que el de sus barrios.

También para los adolescentes que llegaban al límite de los 14 años de edad, se creó el primer curso de líderes de recreación del país, capacitando a los jóvenes para la atención en las colonias de invierno y verano de San Lorenzo de Almagro.

Se realizaron festejos del día del niño y se sumaron las escuelas deportivas de gimnasia artística, judo y básquetbol, un camino para que los niños se identificasen con el club y los colores, futuros deportistas y/o socios de la institución.

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Con la salida de Avenida La Plata, Amanda prosiguió la tarea en la Ciudad Deportiva hasta 1994. Fueron 27 años a cargo de un trabajo llevado a cabo con el objetivo de sembrar amor, contención y tolerancia.

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Tras una propuesta de Adolfo Res y Claudio De Simone, a través de Cruzada Sanlorencista en 2011 se logró la concreción del Departamento de la Mujer en el CASLA. En esa oportunidad, Amanda dejó su testimonio: «Cuando comenzamos en 1967 logramos con el paso de los años que  todas las áreas del centro fueran dirigidas por una mujer. Luchen por el lugar en el club teniendo bien en claro que no es detrás de los hombres pero tampoco delante; es codo a codo, a la par, en igualdad de condiciones y oportunidades, para que la mujer tenga su lugar a la hora de la toma de decisiones en la institución…luchen!»

Avenida La Plata en el presente y el futuro, con el Estadio “Papa Francisco”, precisará de mujeres como Amanda Bernárdez, para marcar el nuevo rumbo de un modelo de club con los valores fundacionales aggiornados a estos tiempos.

Por Alberto Zuliani.

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