La falta de comunicación institucional, el problema de siempre…

En los últimos días, en San Lorenzo se vivieron jornadas movidas tras la lesión del lateral Andrés Herrera, que destapó una serie de conflictos y activó un cruce de declaraciones que alimentaron a los sectores que se regodean con las situaciones que perjudican al club.

No es el objetivo de esta nota agregar más leña al fuego, ni mucho menos analizar un hecho del que no fui partícipe y sólo conozco a través de rumores, como es la jugada que terminó con la lesión del «Yacaré» y colocó a Ángel Romero en el ojo de la tormenta.

El foco, en este caso, es la comunicación institucional del «Ciclón», o mejor dicho, la carencia de la misma, vital en semanas como la que pasó para apagar un incendio que se acrecentó mucho, pero mucho más, de lo que se debería haber acrecentado.

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La ausencia de una voz oficial permitió que cientos de teorías e hipótesis se adueñaran de «la verdad», y dio lugar a que aparezcan personas completamente ajenas a lo ocurrido, desde seudos representantes hasta el ex arquero del plantel Nicolás Navarro, todos en busca de minutos de aire y de una trascendencia que les suele ser esquiva.

Que haya sido el propio Ángel el que publicó un comunicado con el pedido de disculpas hacia su compañero, difundido en sus redes sociales, es una muestra clara de lo anteriormente mencionado, al igual que haya sido Herrera el que le puso punto final al tema por subir la foto de la visita de los hermanos paraguayos en su vivienda. Con el aparato comunicacional que tiene un club enorme como San Lorenzo, es un despropósito que una polémica se resuelva de la forma en que se hizo.

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¿Qué quiero decir con esto? Que el conflicto por la lesión del juvenil destapó una problemática que viene desde hace tiempo: San Lorenzo no comunica, con todas las consecuencias que eso conlleva.

Y no es algo nuevo, dado que también se evidencia en la falta de conocimiento de los socios y socias sobre la situación económica actual, los detalles de las ventas de los jugadores, o el paso a paso de una lucha que nos pertenece a todos, como es la Vuelta a Boedo.

El que calla, muchas veces, otorga. Y San Lorenzo no se cansa de otorgar… El resultado, como se vio en estos días, es un daño grande a la institución. El cambio debe ser radical y urgente, o ya no habrá vuelta atrás.

Por Federico Giannetti

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