«Que griten todos vamos, vamos los pibes»: el San Lorenzo que se viene tras la pandemia

El coordinador de las divisiones inferiores del «Ciclón», Fernando Kuyumchoglu, aseguró que varios juveniles tendrán su oportunidad en primera división cuando se reanuden las competencias en el fútbol argentino.

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Además de mantener en vilo y en pausa al mundo, la pandemia del coronavirus genera una serie de daños colaterales, como la suspensión del fútbol argentino y las graves consecuencias que el parate origina en las arcas de los clubes.

San Lorenzo no es la excepción: la economía de la institución de Boedo se ve afectada y esto, más allá del aspecto negativo, ocasiona una oportunidad inmejorable para los jugadores surgidos desde las divisiones inferiores, quienes podrían tener mayores posibilidades de integrar el plantel de primera división ante la ausencia de refuerzos.

El coordinador de las inferiores del “Ciclón”, Fernando Kuyumchoglu, manifestó al respecto: «El hecho de que no se reanude el fútbol en junio va a hacer que muchos jugadores grandes que iban a ser contratados o tenían contrato hasta esa fecha, no continúen, y va a haber lugar para los juveniles».

En la misma línea, agregó que los futbolistas surgidos de la cantera «van a tener la posibilidad que quizás no tuvieron antes» porque San Lorenzo contrataba «una mayor cantidad de refuerzos» durante los mercados de pases.

Tras el aislamiento obligatorio y al retomarse la actividad deportiva, el conjunto azulgrana podrá sortear las complicaciones gracias al gran material con el que cuenta en el fútbol juvenil, basado en varios integrantes del equipo que fue bicampeón del torneo de Reserva.

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A los ya conocidos Andrés Herrera, Adolfo Gaich y los hermanos Julián y Matías Palacios, quienes podrían abandonar el club ante una posible oferta del exterior que contente a la dirigencia, se suman Francisco Flores y Agustín Hausch, dos de las principales promesas, Federico Gattoni, del gusto del entrenador Mariano Soso, Nicolás Fernández, Alexander Díaz y Mariano Peralta Bauer, entre otros.

En cuanto a los jugadores de la categoría 1999, quienes deberían firmar su primer contrato en junio próximo para no quedar en libertad de acción, Kuyumchoglu informó que la fecha límite «se extendió hasta diciembre para que se puedan mostrar, en caso de que se haga un campeonato de agosto o septiembre en adelante».

«Ahí evaluaremos a los chicos que seguirán o no en el club. Obviamente va a ser menor el tiempo, tendremos limitaciones, pero vamos a tener que tomar decisiones», agregó.

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Trabajos atípicos y asistencia durante la cuarentena

La imposibilidad de continuar con los entrenamientos presenciales y el aislamiento obligatorio decretado por el Gobierno nacional obligaron a los clubes a agudizar el ingenio para poder llevar a cabo los diferentes trabajos, incluidos los que se realizan en las divisiones inferiores.

San Lorenzo utiliza la plataforma Zoom para comunicarse con los jugadores de las diversas categorías, aunque no todos cuentan con las herramientas necesarias debido a la situación socioeconómica que viven en su entorno familiar.

«Estamos en un promedio de 25 jugadores que se conectan de los 35 o 40 que tenemos por categoría. Con el resto nos comunicamos de forma privada», explicó Kuyumchoglu.

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A su vez, detalló sobre la nueva modalidad: “Hacemos un trabajo para asistir a los chicos en todo lo que podamos, que se sientan contenidos a través de charlas con médicos, psicólogos o kinesiólogos por si alguno tiene algún problema muscular».

Por otra parte, el coordinador destacó la ayuda que brinda el «Ciclón» a los juveniles, más allá de lo deportivo: «Muchos comían en el club o se llevaban viandas. Hoy en día se les están mandando cajas semanales de comida a quienes lo necesitan para que puedan sobrellevar esta cuarentena», declaró.

Respecto a los oriundos de otras ciudades o provincias que viven en la pensión, advirtió que podrían presentar complicaciones particulares según el avance de la pandemia y las fechas de reanudación de las competencias.

«Depende de cómo esté la situación y si los padres quieren que los chicos vengan a vivir a la pensión de nuevo. Según cómo siga propagándose el virus, vamos a tener que tomar precauciones para que no haya tantas personas juntas en las piezas, entre otras cosas», remarcó, y concluyó: «Queremos darles la tranquilidad a los papás de que los chicos van a estar bien cuidados».

Por Federico Giannetti

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